El gobierno británico, liderado por la Primera Ministra Margaret Thatcher, reaccionó con firmeza ante la ocupación argentina y envió una fuerza militar para recuperar las islas. El 5 de abril, el Reino Unido lanzó una operación militar para retomar las Malvinas, lo que llevó a un enfrentamiento armado en el Atlántico Sur.
La guerra se libró en dos frentes principales: las Malvinas y Georgias del Sur. Los combates en las Malvinas fueron especialmente intensos, con enfrentamientos en puntos clave como Puerto Argentino (Stanley), la capital de las islas. Los combates se caracterizaron por la intensidad del fuego y el difícil terreno montañoso que presentaba desafíos logísticos y tácticos para ambos bandos.